De esta forma, no puede cumplirse el deseo del nieto recuperado de Abuelas de Plaza de Mayo de no investigar a sus padres de crianza. Carlotto había repetido una y otra vez que se trata de "gente de campo" y apuntaba a militares con contactos civiles en Olavarría. Se presume que ellos fueron quienes entregaron al menor al dueño del campo en donde fue criado, Francisco Aguilar, quien falleció en marzo de este año.
Carlotto quiso que juzgase el caso un juez de la Plata, pero la Cámara desestimó su pedido. El juez de La Plata fallaría a favor de los Hurban. Pero Servini lleva una causa que apunta a que narcos llamaban por telefono a la Casa Rosada. Servini es una juez muy molesta para el poder kirchnerista.
Según Ignacio y Carlotto, los Hurban habrían recibido al niño de manos del dueño del campo donde trabajaba él y donde vivían ambos, ya que no podían tener hijos, con la petción de que no dijeran nada al niño hasta su muerte. Aguilar murió este año y los Hurban le comunicaron a Ignacio los hechos. Él se hizo la prueba del ADN y dio como resultado ser nieto de Carlotto. Ahora Servini quiere enjuiciarles, al igual que muchos militares y policías lo han sido por este mismo hecho.
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