No es fácil empatizar con un pez. La desconexión comienza en la infancia, con el lenguaje: nos enseñan a utilizar una única palabra genérica para referirnos a cualquier animal acuático. Al hacerlo, aceptamos sin saberlo la idea de que los seres que habitan nuestros mares y ríos, mucho más diversos que los terrestres, no importan tanto como para aprendernos sus nombres. En inglés, directamente se habla de pescarlos fish, a falta de otro término para nombrarlos cuando aún están vivos (con más precisión: cuando todavía no han sido asesinados).
Comentarios
Cambiar biología por ideología, ciencia y certeza por subjetividades. El camino a la sinrazón.
¡Deberíais avergonzaros! Yo no, a mí el pescado me gusta.
Muchas tendencias que vemos no son más que representaciones histriónicas: una escena montada para rasgarse las vestiduras y señalar los mismos viejos problemas (ecologismo, plástico en los mares, etcétera) con una pátina de puritanismo (especismo, racismo, machismo, todo es malísimo, casi igual de malo). Pero a algunos se pasan de frenada y se toman muy en serio todo anti-ismo y entran en su cámara de eco y se sorprenden que al común de los mortales estas cosas nos parezcan peregrinas.
Lo curioso es que aún con esa desconexión acaban trepando bastante y llegan lejos en estructuras partidarias, de donde pasan al gobierno. En menéame particularmente creo que se ven las nuevas modas de la izquierda, la derecha tiene las suyas, tanto o más desconectadas y perniciosas pero mejor disimuladas; creo que porque al tener pátina de continuismo o "pequeño cambio" se integran mejor en el discurso diario.
Un ejemplo claro: la película Madagascar. Tenían el problema de qué darle de comer al león. Cualquier alimento implicaba matar a alguno de sus amigos o a algún simpático lemur.
xxxxxxxx Aviso de spoiler xxxxxxxx
Le dieron pescado. Y a nadie le pareció mal.
#4 Los mamíferos están mejor considerados, dónde va a parar. Y en representaciones antropomórficas siempre hay algunos que se quedan fuera, en Pepa Pig los pájaros e insectos no hablan, pero cerdos, lobos, conejos, gacelas y cebras sí.
Como el racismo, el especismo tiene sus variantes, microagresiones, camuflajes y demás maniobras para blanquear y normalizar lo que es un claro concepto opresor.
#5 #4 Menos mal que tenemos a Bob Esponja
" cuando todavía no han sido asesinados)."
Y hasta aquí he llegado.
Holocausto Pavía.
Homo predator, dueño y señor