Un pinchazo telefónico al dueño de Magrudis, José Antonio Marín Ponce, revela que tenía conocimiento del brote de listeriosis en sus instalaciones y que, como eran "muy pocos kilos, los tiró". Así lo asegura la juez de Instrucción número 10 de Sevilla, Pilar Ordóñez, en el auto en el que ha acordado el ingreso en prisión de José Antonio Marín Ponce y de su hijo Sandro José Marín Rodríguez, donde la magistrada explica que tenían conocimiento “tenían conocimiento de que, al menos desde diciembre de 2018, la bacteria estaba en sus instalaciones”.
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