Lo objetivo, lo tangible, lo sustentado por datos científicos, por relatos de testigos o por pruebas irrefutables es reducido a mero punto de vista, derretido en el magma de la opinión. De ese modo hay quienes pueden poner en cuestión la ley de la gravedad y reivindicar su libertad para negarla. Están en su derecho. Pero por mucho que insistan, la gravedad existe.
También es a resaltar que los que al final la cagan creen en la ciencia y en sus posibilidades, aunque manipulen a la gente que no cree para alinearlos con sus propios intereses. De hecho, usan tecnología punta para sus objetivos, aunque sale mal.
Esa visión me parece interesante porque no hay bala de plata para la locura o la ignorancia, por muy revestida de conocimiento que se presente. Nada nos puede poner a salvo de nosotros mismos. El plan es una locura grandilocuente y con medios, pero una locura al fin y al cabo. Es un extremismo más.
También puede que alguien niegue la existencia de los átomos, de los virus, del Holocausto, de la represión franquista, de la crisis climática, de las muertes de personas en el Mediterráneo, de la injusticia social, de las leyes israelíes que discriminan a la población palestina o del deterioro de la sanidad pública. Pero la verdad es tozuda.
Muy cierto, pero dada la selección tengo la impresión de que hay otras verdades con las que la autora no estaría tan de acuerdo.
Nadie es objetivo en todo, reclamar para uno mismo la capacidad de evaluar universalmente sin sesgos es el colmo de la arrogancia.
#1
No sé cuales son las verdades, que la autora se salta, a las que te refieres, y si van contra las que ella comenta sería interesante contraponerlas. Las cosas pueden ser ciertas y 'más ciertas', lo contrario se suele llamar paradoja.
Comentarios
También es a resaltar que los que al final la cagan creen en la ciencia y en sus posibilidades, aunque manipulen a la gente que no cree para alinearlos con sus propios intereses. De hecho, usan tecnología punta para sus objetivos, aunque sale mal.
Esa visión me parece interesante porque no hay bala de plata para la locura o la ignorancia, por muy revestida de conocimiento que se presente. Nada nos puede poner a salvo de nosotros mismos. El plan es una locura grandilocuente y con medios, pero una locura al fin y al cabo. Es un extremismo más.
También puede que alguien niegue la existencia de los átomos, de los virus, del Holocausto, de la represión franquista, de la crisis climática, de las muertes de personas en el Mediterráneo, de la injusticia social, de las leyes israelíes que discriminan a la población palestina o del deterioro de la sanidad pública. Pero la verdad es tozuda.
Muy cierto, pero dada la selección tengo la impresión de que hay otras verdades con las que la autora no estaría tan de acuerdo.
Nadie es objetivo en todo, reclamar para uno mismo la capacidad de evaluar universalmente sin sesgos es el colmo de la arrogancia.
#1
No sé cuales son las verdades, que la autora se salta, a las que te refieres, y si van contra las que ella comenta sería interesante contraponerlas. Las cosas pueden ser ciertas y 'más ciertas', lo contrario se suele llamar paradoja.