La vergüenza de Sevilla es el ruido nocturno. Los dueños de los bares de truhanes que no cierran hasta la madrugada, estarían encarcelados en cualquier país civilizado.
Al Pepero del 3º, le jode el cachondeo,
como es conjejal, ordenanza pal personal.
Ruido solo lo arma él, cuando le sale del pito,
pa eso es del PP, que lo tienen pequeñito.
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La vergüenza de Sevilla es el ruido nocturno. Los dueños de los bares de truhanes que no cierran hasta la madrugada, estarían encarcelados en cualquier país civilizado.
Al Pepero del 3º, le jode el cachondeo,
como es conjejal, ordenanza pal personal.
Ruido solo lo arma él, cuando le sale del pito,
pa eso es del PP, que lo tienen pequeñito.