Publicado hace 9 años por calamarte a comunicacionpolitica.blogspot.com.es

¿Debe ser la política una actividad limitada en el tiempo, un episodio pasajero de alto compromiso cívico? ¿Puede ser una actividad profesional? ¿O acaso el mero hecho de convertirse en tal redunda en la inevitable consagración de una “casta” autocomplaciente, separada del común de los mortales? La profesionalización de la política, uno de los temas clásicos de la politología, ha vuelto al primer plano con el ascenso de Podemos, una formación que ha hecho del azote a las élites una de las principales bazas de su éxito electoral.

Comentarios

robustiano

En mi opinión la política NO es un trabajo; en todo caso, como decía aquél:

Los políticos y los pañales deben cambiarse a menudo... Y por las mismas razones.

D

#3 Lo que nunca debe ser la política es una carrera, una forma indefinida de ganarse la vida.

D

La política creo que debería ser por vocación, por amor al arte. Quien le guste la política se tendría que presentar y si llega a presidente del gobierno, en lugar de cobrar por ser presidente, tendría que pagar una cuota por ocupar la poltrona, pues está en la poltrona porque le gusta y porque quiere ayudar al pueblo a mejorar su calidad de vida, un presidente que trabaja gratis por y para el pueblo, no un presidente que vive a costa del sudor del pueblo. Las poltronas tendrían que tener un sistema de autodestrucción y si el político hace las cosas mal, que el pueblo, a través de Internet pudiese votar para echar a ese presidente de la poltrona una especie de botón que al pueblo pulsarlo el presidente corrupto quedase electrocutado.

D

#1 Es decir: solo podrán trabajar en política los ricos que no tengan que emplear su tiempo en ganar dinero para poder vivir.

No. Un candidato electo va a desempeñar un trabajo que es representar a los ciudadanos. Por lo tanto debe: a) cobrar un sueldo justo y b) irse a la calle cuando haga mal su trabajo (representar a los ciudadanos). Y por lo tanto a mi me parece bien que cobre por desempeñar ese trabajo

Otra cosa muy distinta son las salvajes subvenciones que reciben los partidos y que bien podrían ser sustituidas por la cesión de elementos necesarios para el desempeño de las actividades políticas (locales) y lógisticas (diffusion en medios de comunicación) que deberían ser iguales para todos los partidos