Hace 5 años | Por Danichaguito a eldiario.es
Publicado hace 5 años por Danichaguito a eldiario.es

Los magistrados y sus asociaciones se han estado reuniendo con los políticos para venderles que la despolitización de la Justicia pasa por juntar las manos en signo de plegaria y,con una fe ciega,entregarles un poder omnímodo..el Poder Judicial se conviertiría en el único que se elija a sí mismo y se controle a él mismo,sin ningún contrapeso externo. El esquema es el de todos los populismos: hay un problema insoportable de injerencia política en las cúpulas judiciales y de falta de independencia ergo dennos todo el poder a nosotros los jueces

Comentarios

y

#4 "En grupos de personas con cualificación suficiente la mejor forma de elección para evitar sesgo es por sorteo."

No. Eso no es cierto. No puedes poner a un juez que acaba de acceder a la carrera judicial y que por sorteo tenga un puesto en el supremo.

Como en cualquier profesión, la judicial incluida, la experiencia diferencia a un novato de un experto.

s

#5 grupos de personas con cualificación suficiente

y

#7 La cualificación la tienen todos los jueces, la experiencia no.

carakola

#10 Pues igual que se pide cualificación suficiente se pide experiencia suficiente. ¿Qué problema hay?

s

#7 La cualificación para se miembro del TSJC, no tiene por que ser la misma que para ser juez base.
Se podría exigir una seria una serie de requisitos mínimos a convenir: Por ejemplo poner unos cuantos años de experiencia mínima, no haber sido sancionados, tener algunos cursos de formación, cumplir un regimen de incompatibilidades, etc..

D

#5 en los sorteos,hay manos negras,y eso lo sabemos todos.

y

#8 Efectivamente. Ademas sortear lo único que hace es igualar al de menos experiencia con el que mas sin tener en cuenta nada mas, solo necesitan pasar el corte que se establezca.

tiopio

#4 Lo que está claro es que un poder del estado no puede estar dirigido de forma corporativa por cargos no electos, aunque sea de forma indirecta por los votantes. Siguiendo ese mismo criterio, la cúpula de la policía o del ejército la decidirían policías o militares.

ur_quan_master

#13 ¿ Cuántos jueces ejerciendo como tales dices que hay en el consejo de ministros?

D

#4 100% de acuerdo. Por eso toda la piara de community managers que pululan coincidirán en llamarlo "populista". Lo dije hace poco en Tuiter y una magistrada de tronío corrió a llamarme demagogo porque no le debió gustar perder ocasión de chalaneo...

j

#4 solo cambiaría descontrolado por autonomo

D

Años y años hablando de politización en la justicia y que hay que entregar el poder a los jueces para que sean independientes, llegan PP y C's con una reforma para que sean los jueces los que elijan a una parte del CGPJ, en vez de los políticos, y ahora resulta que lo mejor es que no sea así y que los tiene que controlar un contrapeso externo.

Pues nada, me guardaré estos artículos para cuando salga el próximo informe del GRECO.

Danichaguito

#9 "..Nadie puede negar que, con independencia de la bondad o maldad, en abstracto, del sistema de elección parlamentaria, los partidos políticos han abusado del mismo y lo han pervertido en su concreción práctica, en el denominado reparto de cromos de vocales e, indirectamente, de nombramientos de altos cargos judiciales. Pero lo que debemos preguntarnos es si la mejor solución a estos problemas es pasar de un sistema de elección parlamentaria a uno de tipo corporativo y si somos conscientes de todas las implicaciones de este cambio.
La tesis de este artículo es que podría ser deseable mantener la elección parlamentaria y modificar únicamente el sistema de votación respecto de los vocales y el nivel de transparencia en los nombramientos judiciales. A continuación, las razones:

1. Trascendencia constitucional: la separación de poderes y la independencia judicial no son una mera cuestión de arquitectura constitucional, sino una condición básica para la efectividad de los derechos individuales. Son una precondición tanto de la imparcialidad judicial como del derecho de todo ciudadano a tener un juicio justo. No son, por el contrario, un derecho de la carrera judicial a poder ejercer su función sin interferencias.

2. Checks and balances: esta independencia judicial no implica, necesariamente, que el poder judicial tenga que operar como un compartimento absolutamente estanco. Puede ser deseable que haya comunicaciones con otros poderes, en forma de contrapesos y frenos. Ello es así porque si bien un poder no puede ejercer ni injerirse en las facultades de otro, tampoco deben existir esferas de poder autárquicas y exentas de cualquier contrapeso externo.

3. ¿Dónde ubicar el contrapeso?: la exigencia de independencia judicial excluye cualquier tipo de injerencia en el momento del ejercicio de la función jurisdiccional (al dictarse una sentencia). Por ello, en los sistemas en los que, como el español, existe un órgano de gobierno del poder judicial (que gestionará, por ejemplo, el sistema de acceso a la carrera judicial, el nombramiento de altos cargos judiciales o la potestad disciplinaria), puede ser razonable un contrapeso como la intervención parlamentaria en la fase de elección de sus miembros. De este modo adquiriría sentido la previsión constitucional (obviada en exceso por quienes defienden el cambio de sistema) de que la justicia emana del pueblo (art. 117 de la Constitución). Se anclaría aquí la fuente de legitimación democrática del poder judicial.

4. Pluralismo de la sociedad y de la carrera judicial: suele argumentarse que siempre habrá una cierta legitimación “democrática” del poder judicial, puesto que la carrera judicial no deja de reflejar la pluralidad de la sociedad. Ello no obstante, a nadie escapa el perfil tradicionalmente conservador de la carrera judicial, en una medida mayor que la existente en la sociedad, lo que, probablemente, pueda deberse al sistema de acceso a la carrera judicial, una oposición memorística con unas exigencias de tiempo y esfuerzo económico que obstaculizan el acceso a esta función a ciertas capas sociales. Por otro lado, podría acudirse al resultado de las recientes elecciones internas, dentro de la carrera judicial, para la comisión de ética judicial, cuyos condidatos o candidatas más votados no parecen ubicarse precisamente, en el espectro ideológico, en la extrema izquierda.

5. GRECO: el Consejo de Europa ha recomendado eliminar o reducir la intervención política en la elección de los vocales, pero también el aumento de la transparencia en el nombramiento de altos cargos judiciales. Las recomendaciones son, así pues, varias. Sería viable, por ello, modular la primera (manteniendo la elección parlamentaria pero con una reforma del sistema de votación que impida que dos partidos puedan repartirse los 20 vocales) e incidir especialmente en el nivel de transparencia en los nombramientos (exigiendo que la motivación del nombramiento efectúe un análisis comparativo, y no únicamente individual, de los méritos de todas las candidatas o candidatos). No debería haber dudas, por el contrario, en cuanto a la imperiosa necesidad de deshacer la reforma de 2013 que confirió al CGPJ un carácter netamente presidencialista, al otorgar a su presidente unas facultades cuasi omnímodas que habilitaban la implementación, en forma de pseudo injerencias internas, de políticas como la del “palo y la zanahoria”, dirigidas a los integrantes de la carrera judicial.

6. Peligros de un sistema de elección corporativa: no suelen analizarse los eventuales riesgos a que puede llevarnos un sistema de elección corporativa entre y por los mismos jueces y juezas. En la sociedad anglosajona se acepta con naturalidad que se produzca una cierta sinergia entre la dinámica política de la sociedad y la del poder judicial, lo que explica, por ejemplo, en EEUU, los nombramientos presidenciales de los magistrados del TS. Sin necesidad de llegar a este extremo, sí debería conservarse la idea de que este tipo de inercias puede no ser indeseable del todo. Un ejemplo nos puede ilustrar, Chile: antes, durante y después de la dictadura, disfrutaba este país de un sistema de gestión del poder judicial plenamente corporativo y autárquico, centralizado en su TS y sin interferencia alguna del legislativo o el ejecutivo. Terminada la dictadura y manteniéndose este sistema corporativo, el poder judicial tardó casi una década en adoptar prácticas jurisprudenciales, en materia de derechos fundamentales, consistentes con un estado constitucional y democrático, precisamente por carecer el sistema chileno de esa sinergia entre sociedad y poder judicial ( “Jueces y política en democracia y dictadura, lecciones desde Chile”, Lisa Hilbink). En definitiva, tal vez deberíamos preguntarnos en qué medida conviene a España, dada su turbulenta historia, tanto la pasada como la más reciente, dar un paso hacia un determinado grado de autarquía y organización corporativa del gobierno del poder judicial.

7. Necesaria visión global: la problemática del modelo de separación de poderes no puede limitarse, como sucede en ciertas visiones simplistas, a la cuestión de quién elige a los vocales judiciales (el parlamento o la carrera judicial). Comprende, además, el sistema de nombramiento de los altos cargos judiciales, el sistema de acceso a la carrera judicial (no parece adecuado al s. XXI un modelo estrictamente memorístico) o los excesivos aforamientos existentes en España, lo que aumenta, por razones obvias, los riesgos de injerencia política en el poder judicial. Incluso podría considerarse la posibilidad de descentralizar ciertas funciones del CGPJ en los Consejos de Justicia ya existentes, en algunos casos, a nivel autonómico, puesto que ello dividiría el poder de gobierno del poder judicial y, en consecuencia, dificultaría cualquier intento de control político.
"
https://www.eldiario.es/tribunaabierta/realmente-necesario-deseable-eleccion-CGPJ_6_847325296.html

cc #17

D

#20 ¿para qué me citas?¿Para ponerme que el GRECO efectivamente recomienda eliminar o reducir la intervención política? Porque es lo que quería inferir en mi comentario y es fácil buscar en el pasado como se pedía eso mismo.

Ahora en vez de seguir las recomendaciones del GRECO, lo nuevo bueno va a ser "modularlas".

Danichaguito

#22 Y porque no te voy a citar ? MNM está para eso.

" la Carta Europea sobre el Estatuto del Juez, aprobada por el Consejo de Europa, indica que los consejos de la judicatura son organismos independientes de los poderes ejecutivo y legislativo, integrados al menos en la mitad de sus miembros por “jueces elegidos por sus pares” (y no por el parlamento, que designa a los miembros restantes)".
Lo que propone PP y Cs son que 12 vocales (mayoría corporativa) sean elegidos por Poder Judicial; yo para que el sistema fuera verdaderamente mixto propondría solo 10.
El resto se eligiría por el Parlamento, pero no como ahora entre bambalinas y pactos secretos repartiendose los cromos sino verdaderamente en una comisión o lo que fuera con TODOS los grupos políticos.

Por otra parte también se podría considerar esta opción
Jueces insaculados

Hace 5 años | Por Danichaguito a eldiario.es


"La perversidad de estas dinámicas la explica con claridad el constitucionalista Rafael Jiménez Asensio, ex profesor de la Escuela Judicial y uno de los máximos expertos sobre separación de poderes de nuestro país. Vale la pena leer su libro Los frenos del poder y también una síntesis de su perspectiva en un reciente artículo:"
http://agendapublica.elpais.com/el-desgobierno-del-poder-judicial/

Danichaguito

#22 otra opción:
1/3 elegido por el gobierno, 1/3 elegido por la oposición parlamentaria, 1/3 elegido por las asociaciones judiciales.

Dejar que el Poder Judicial elija a 12 miembros (mayoría) = corporativismo , nos llevaría a preguntarnos las siguientes cuestiones:
"¿A quién tiene que representar este gobierno onmímodo que controla a los demás, que se controla a sí mismo y que administra vidas y haciendas?
¿Pueden unos individuos, por el hecho de pasar un examen jodidísimo, controlar a los demás poderes y controlarse a si mismos?
¿De dónde les vendría la legitimidad si el examen lo organizan y controlan también ellos mismos? (historia de la hija de Marchena que no ha habido forma de fiscalizar desde ninguna parte)
Si ellos mismos se presentan y hacen campaña ¿quién y cómo se va a controlar a sus asociaciones -que son como partidos, porque son uniones ideológicas- o los fondos que reciban o de quién los reciban y a quién van a estar agradecidos?
Si tus compañeros controlan tu progresión profesional y también la posibilidad de sancionarte y hasta expulsarte de la carrera, ¿no sería cada vez más difícil levantar la voz?
"

E

Ahora se juzga a golpe de tuits y cambiando leyes en caliente

PasaPollo

Vale, Elisa Beni, pero tu artículo no me da alternativas. Y hay una verdad: con el sistema actual, el gobierno de los jueces depende directamente de los partidos políticos. ¿No al autogobierno? De acuerdo, pero dame una alternativa al problema que tenemos.

kumo

Hombre, siempre que respondan ante un control externo estatal, la independencia judicial es lo más deseable.

Penrose

#2 Yo la meneo para que veáis que ahora a la izquierda ya no le parece bien la independencia judicial. Es que, en fin, qué pereza.

carakola

Con la mafia judicial que hay en España, los jueces herederos del franquismo, los otros jueces criados en "democracia" pero con las mismas ideas y el lameculismo general para conseguir puestos, no lo veo. Me parece poco control por parte del pueblo. ¿no se podría votar a los jueces y hacer media con su votación interna o algo así? Desde la ignorancia.

PasaPollo

#6 Ojo cuidao, que tu argumento es "Tienen ideas conservadoras, entonces la independencia ya no me mola tanto". Revisa si pensarías lo mismo si los jueces fuesen un gremio izquierdista.

carakola

#16 #18 No era mi intención. Supongo que los conservadores me llaman más la atención por todos los casos relacionados con el PP que vemos actualmente pero en la mafia judicial metía a los mafiosos "progres" también.
Mi idea era más introducir un poco de democracia pero sin que mangoneen los políticos, votando directamente.

strike5000

#6 ¿Y convertir a los jueces en políticos, como los norteamericanos? Yo no lo veo, la verdad. Lo de tener un control externo parece buena idea, pero que ese control lo hagan los políticos tampoco me acaba de convencer. O mejor dicho, si fuese un control no estaría tan mal, el problema es cuando los políticos eligen a quienes van a dictar las normas del Poder Judicial.

c

Yo hablaría de corrupción más que de populismo...