Hace 9 años | Por --469757-- a elcritic.cat
Publicado hace 9 años por --469757-- a elcritic.cat

CRÍTIC publica en exclusiva la serie de correos que el presidente de Catalunya Banc, Adolf Todó, remitió al Banco de España entre los meses de junio y de septiembre de 2011, a las puertas de la intervención total de la antigua caja para parte del FROB. TRADUCCIÓN: #2

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ﻞαʋιҽɾαẞ

#0 ¿Por qué?

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En esta correspondencia, Todó presiona para conservar su salario (800.000 € + variables + planes de pensiones y privilegios varios) y el del resto de directivos una vez la caja sea intervenida por completo por el Estado. "Es un tema muy sensible para nosotros y no queremos sorpresas cuando el FROB esté de accionista. No podemos ser menos que el resto de trabajadores ", afirma.

Los correos de Todó son importantes por tres motivos. En primer lugar, porque demuestran que en el momento más crítico de la historia de Catalunya Caixa, con 50.000 ahorradores atrapados con las preferentes y 900 millones de agujero inmobiliario, Todó se preocupaba básicamente para conservar su salario privilegiado. Lo podía vestir de una preocupación general sobre los sueldos de los directivos y la competitividad del banco, pero al final los correos electrónicos se podrían resumir con una expresión castiza: '¿Qué hay de lo mío?'. Que con el barco hundiéndose el máximo responsable de la entidad estuviera ocupado a regatear un salario de 800.000 € (hoy objeto de investigación judicial) dice mucho de la degeneración de una determinada élite económica.
El FROB lo sabía y lo toleró

En segundo lugar, los correos de Todó también demuestran que el FROB, el organismo público encargado de gestionar el rescate, estaba al corriente de las condiciones salariales hiperbólicas del alto directivo. Si bien no entró del todo a controlar el banco hasta el mes de octubre de 2011, los responsables del Banco de España -y, por tanto, del FROB- estaban al día del contrato de Todó, y en su momento no pusieron ningún impedimento para que el presidente de Catalunya Caixa conservara sus condiciones privilegiadas, al margen de pequeños retoques legales. Fue a partir del real decreto de febrero de 2012, que regulaba el sueldo de los directivos de las cajas intervenidas, que Todó vio drásticamente recortado su salario.
CatalunyaCaixa es nuestra Bankia

En tercer lugar, los correos de Todó son importantes porque ubican en un primer plano el expolio de Catalunya Caixa. Una entidad que nació impulsada por la Diputación de Barcelona durante los años veinte, inspirada en el tradicional modelo de cajas catalán como contrapeso a los bancos tradicionales, y que, para vergüenza de sus gestores durante la última década, ha acabado malvendida al BBVA después de haber enterrado 12.000 millones de euros públicos. CatalunyaCaixa es nuestra Bankia. Resulta esperanzador que el proceso judicial por los sueldos que se otorgaron los máximos directivos de la entidad -incluyendo el ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra siga adelante. Hay que agradecer también la labor de la CUP, acusación popular en el proceso, para hacer limpio.

Los correos de Todó es el primer artículo de una serie sobre CatalunyaCaixa que iremos publicando en los próximos días (y semanas). Sería imposible hacer este trabajo sin el apoyo de nuestros suscriptores: ellos son los autores reales de todo. Sumaos a CRÍTICO si desea que seguimos dando guerra.

Apunte final: hoy, coincidiendo con la primicia de CRÍTICO los # CorreusTodó, la Directa publica también en exclusiva que cargos políticos del PP y del PSC han firmado una nueva petición de indulto para los policías torturadores de Ciudad Muerta. Le llaman prensa alternativa, y no lo es.