Hace 3 años | Por painpast a medium.com
Publicado hace 3 años por painpast a medium.com

Todos lo hemos hecho. Probablemente tú también. No importa lo que creamos sobre la moral o la política, todos hemos usado el discurso moral para proyectar una imagen engrandecedora y moralmente respetable de nosotros mismos. Supongamos, por ejemplo, que uno de nosotros, en un esfuerzo por impresionar a sus amigos con su excelente carácter, dice: “Hace tiempo que estoy del lado de los desfavorecidos y este caso no es una excepción. No toleraré esta injusticia, ni tampoco debería hacerlo ninguna otra buena persona”. Llamamos a esto postureo moral

Comentarios

ﻞαʋιҽɾαẞ

El postureo, como tantas otras cosas en esta vida, es lo que hacen los otros.

D

Cuanto más me digas que tú ves las cosas claras,
Más datos me das para reírme de tu cara.
Cuanto más te obceques en rajar con tanto encono,
Más idiota eres y más me descojono.

D

Yo no soy así... yo soy más humilde.
De hecho soy la persona más humilde del mundo.

tonetti

#4 ¡Ni de coña! Como mucho, la segunda más humilde.

R

Yo soy más del postureo inmoral. Tengo que demostrar ante los demás lo mala gente que soy, pero sólo a nivel de palabrería. Yo no haría daño a nadie. Y te ayuda a filtar a los gilipollas.

D

Que se lo hagan mirar, ser consecuente con tus actos no es ningun tipo de postureo...

m4k1n4v4j4

¿De que forma se puede diferenciar la expresión de una postura moral, como decir "no hay que torturar animales" de un postureo? Un buen postureo irá acompañado de actos que reafirmen la postura moral (en mi ejemplo defendería los derechos de los animales) y por tanto no se puede diferenciar al que habla de moral realmente del que usa el discurso moral para agradar a otros. Teniendo en cuenta que las reglas morales tienden a agradar a un gran número de personas.

Además, todos sabemos que las reglas se incumplen, y todos hemos sido moralmente incorrectos alguna vez. Por lo tanto hacer un seguimiento y encontrar una contradicción entre lo que decimos que es moralmente correcto y lo que hacemos en nuestra vida es sencillo, y no sirve para cribar un postureo de una opinión real.

Por cierto, las mismas consecuencias que tiene el postureo y que enumera el artículo las tiene la simple expresión de normas morales sin postureo alguno.

D

En mi vida desde hace algún tiempo suelo aplicar la siguiente máxima:

Preocúpate de tu conciencia en lugar de tu reputación porque tu conciencia es tu problema ya que es lo que tú piensas de tí mismo y tu reputación es lo que lo demás piensan de tí y eso es problema de los demás.
Albert Einstein