Hace 8 años | Por --432809-- a elconfidencial.com
Publicado hace 8 años por --432809-- a elconfidencial.com

Se ha investigado mucho sobre cómo se produce en países asiáticos, pero menos acerca de nuestro continente. Dos académicos descubren una realidad de la que se habla poco. Lo llamativo, en este orden, no son las ayudas que los países proporcionan a las compañías para que se instalen, ni la disminución de la protección normativa en el terreno laboral, ni la reducción de los costes, sino la importación a nuestro continente de técnicas de gestión de la mano de obra que en otra época era impensable que pudieran darse legalmente en la UE.

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En su organización, los empleados checos, en general hombres de entre 30 y 50 años, con formación universitaria, casados y con hijos, tienen contratos estables y suelen ser los capataces y los supervisores. El segundo nivel lo ocupan empleados (masculinos y femeninos) que provienen de países no pertenecientes a la UE, que cuentan con educación universitaria, y que ejercen de operadores o que son destinados a trabajos de reparación. La mano de obra que contratan a través de las agencias de trabajo temporal tiene entre 20 y 35 años, son solteros y sin hijos, suelen provenir de Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia y Polonia, y son destinados a la línea de montaje. Una minoría de la plantilla está formada por personas de 50 a 65 años, que son acompañados por sus hijos, y que realizan tareas de empaquetado.

¿cómo se puede permitir que algo así esté sucediendo en Europa?