El informe Forensis del Instituto de Medicina Legal destacó que para el 2014 se presentaron 4,33 suicidios por cada 100 mil habitantes. Pero lo más preocupante es que en el grupo de edad de 20 a 24 años se incrementaron estos actos. “El mayor número de casos ocurrió en hombres en el grupo etario de 20 a 24 años (235 casos) y en mujeres entre los 15 a 17 años (48 casos)”. En Santander, el Observatorio de Salud Pública (OSPS), llevó a cabo un estudio sobre salud mental
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Copio esto que es lo que me ha parecido más interesante de la noticia:
"[...] ahora los niños y adolescentes son más proclives a cometer suicidio, entre otras razones porque no es muy expresa la afectividad y son pocos los espacios para compartir en familia. “Nos cuesta mucho trabajo expresarle a nuestros hijos un te amo, darle un abrazo, compartir en familia. Entonces un espacio como la comida, donde todos deberíamos estar concentrados en comer, estamos centrados en el WhatsApp, en el Facebook, en las redes sociales”, dijo la experta.
Agregó que no existen canales de afectividad que permitan a los jóvenes construir un proyecto de vida sólido. Y sumado a ello, el que su vida y relaciones se fundamenten a través del contacto tecnológico, no contribuye a darles herramientas y espacios donde se sientan protegidos y amados. “Los jóvenes se encuentran solos, pero más que físicamente, afectivamente. Entonces los muchachos no son capaces de comunicar las cosas, de expresar las necesidades que tienen, las diferentes dificultades que presentan; eso hace que los muchachos en un momento que sienten que no pueden resolver la situación, opten por quitarse la vida”
Si esto es así, tomemos nota para remediarlo.