Hipótesis: La eficiencia documental del proyecto arquitectónico es la solución más eficaz y con menos consumo de recursos para reducir el retraso de las licencias de obras. Los desarrolladores de tecnología aplicada al proyecto arquitectónico (expertos en BIM, Colegios de Arquitectos, empresas de software para arquitectura...) tienen mucho que decir sobre esta sencilla propuesta de eficiencia documental y sería muy interesante que investigaran sobre la misma para demostrar la hipótesis de partida. https://youtu.be/mYDWVW4X7LI
Como arquitecto autónomo he solicitado licencias para muchos proyectos en distintos ayuntamientos, de pueblos y de ciudades.
Como arquitecto municipal he informado muchos proyectos de distintos tamaños, desde viviendas unifamiliares hasta bloques de apartamentos y polideportivos, y algunos estudios de detalle y planes parciales urbanísticos.
Con mi experiencia, me atrevo a decir que las medidas que se proponen en este vídeo reducirían el trámite de las licencias de obra más o menos...
NADA
Ningún arquitecto municipal se lee las 200 o 500 o 1000 páginas de un proyecto para una solicitud de licencia de obra. Eso es absurdo. Sólo se lee las 20 páginas que le interesan para hacer el informe. Y tampoco revisa los 30 o 60 o 100 planos del proyecto; sólo los que contienen información relevante para la licencia urbanística. Vamos, que el problema no es que los proyectos sean muy extensos y los arquitectos municipales muy torpes a la hora de buscar la información relevante. El problema es que faltan técnicos municipales, arquitectos, ingenieros, aparejadores... sobre todo desde que la burbuja inmobiliaria multiplicó la actividad urbanística y las administraciones no ampliaron suficiente las plantillas. Cuando en un pueblo hay un sólo técnico municipal contratado para una mañana a la semana, y tiene que revisar obras municipales, atender dudas técnicas de los vecinos, reuniones con la corporación, redacción de memorias valoradas para que el ayuntamiento pida subvenciones, etc... igual le quedan 10 minutos cada semana, o ni eso, para informar los proyectos de solicitudes de licencia de obra. Y no siempre son sencillos de informar, si afectan a zonas protegidas, o a edificios catalogados, etc. Si a esa falta de personal técnico municipal le sumas otras faltas de personal técnico en otras administraciones sectoriales que también tienen que revisar los proyectos (medio ambiente, patrimonio cultural, cuencas hidrográficas, carreteras, etc.), vas sumando retrasos y al final pasa lo que pasa: que se eternizan las solicitudes de licencia de obra. Pero se eternizarían lo mismo aunque los proyectos se redujeran a una ficha de 20 páginas como propone el vídeo.
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Como arquitecto autónomo he solicitado licencias para muchos proyectos en distintos ayuntamientos, de pueblos y de ciudades.
Como arquitecto municipal he informado muchos proyectos de distintos tamaños, desde viviendas unifamiliares hasta bloques de apartamentos y polideportivos, y algunos estudios de detalle y planes parciales urbanísticos.
Con mi experiencia, me atrevo a decir que las medidas que se proponen en este vídeo reducirían el trámite de las licencias de obra más o menos...
NADA
Ningún arquitecto municipal se lee las 200 o 500 o 1000 páginas de un proyecto para una solicitud de licencia de obra. Eso es absurdo. Sólo se lee las 20 páginas que le interesan para hacer el informe. Y tampoco revisa los 30 o 60 o 100 planos del proyecto; sólo los que contienen información relevante para la licencia urbanística. Vamos, que el problema no es que los proyectos sean muy extensos y los arquitectos municipales muy torpes a la hora de buscar la información relevante. El problema es que faltan técnicos municipales, arquitectos, ingenieros, aparejadores... sobre todo desde que la burbuja inmobiliaria multiplicó la actividad urbanística y las administraciones no ampliaron suficiente las plantillas. Cuando en un pueblo hay un sólo técnico municipal contratado para una mañana a la semana, y tiene que revisar obras municipales, atender dudas técnicas de los vecinos, reuniones con la corporación, redacción de memorias valoradas para que el ayuntamiento pida subvenciones, etc... igual le quedan 10 minutos cada semana, o ni eso, para informar los proyectos de solicitudes de licencia de obra. Y no siempre son sencillos de informar, si afectan a zonas protegidas, o a edificios catalogados, etc. Si a esa falta de personal técnico municipal le sumas otras faltas de personal técnico en otras administraciones sectoriales que también tienen que revisar los proyectos (medio ambiente, patrimonio cultural, cuencas hidrográficas, carreteras, etc.), vas sumando retrasos y al final pasa lo que pasa: que se eternizan las solicitudes de licencia de obra. Pero se eternizarían lo mismo aunque los proyectos se redujeran a una ficha de 20 páginas como propone el vídeo.