El Principado trabaja en coordinación con el Gobierno de Cantabria y con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), para tratar de reducir el «importante impacto» medioambiental generado por el vertido de 30.000 litros de combustibles en el río Cares, a la altura de Niserias, en un accidente de un camión en el que falleció su conductor. La vicepresidenta cántabra, Eva Díaz Tezanos, ha dicho que el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) está controlando el agua del Deva de forma «exhaustiva».
Comentarios
Dispersar suele ser un mal arreglo.
de eso ya se está encargando el río
Recuerdo al impresentable de Revilla repitiendo una y otra vez el que contamina paga, pero el dinero para pagar sigue saliendo del bolsillo de los cántabros de a pie...