El famoso relato, la manera en que lo que sucede se cuenta y, a base de repetirlo, se da por hecho, siempre lo imponen quienes más poder manejan y más dinero tienen, porque disponen de canales por los que transmitir su doctrina, de porteadores que les saquen en procesión y de personas que, unas de buena fe y otras a cambio de algo, los secundan y vitorean. Que algunos de esos partidarios sean a la vez sus víctimas es uno de los grandes misterios de nuestra época.
Comentarios
Pues lo mejor será soltar un cerrilla y cerrar las puertas.
Y que como dijo un gran sabio, que cada Dios escoja a los suyos
“Porque nunca he querido dioses crucificados, / tristes dioses que insultan / esa tierra ardorosa que te hizo y deshace”
Grande Cernuda y grande el artículo. Muchos habrían de leerlo y muchos más revolverse y actuar.