Santos Juliá (Ferrol, 1940) es un catedrático e historiador de reconocido prestigio con obras de referencia como Manuel Azaña. Una biografía política y Historias de las dos Españas, entre otras. La entrevista se celebra en su despacho, un apartamento invadido por los libros
#3 Efectivamente, durante el franquismo la corrupción era institucional, como ahora en el PP. Pero de aquel expolio se habla bien poco. Bueno, y del actual se habla, y se sabe, pero como si nada...
Y esa corrupción no es más que la contradicción entre las leyes que presuntamente garantizan el estado de derecho y la verdadera política que se ha venido realizando en el régimen del 78 promovida por el gran capital de este país y sus brazos políticos.
Y tanto el régimen político como el gran capital que lo controla de facto son herederos directos del franquismo.
Añadiria un detalle importante propio del posfranquismo y no tanto de la corrupción que es la impunidad propia del posfranquismo y aparente o sentida por la corrupción, sin ella no se entiende lo que ocurre. Y es que la impunidad no es total como en los casos de fraude fiscal (muy breve) y es parcial en otros casos como blanqueo, prevaricaxión, cohecho, ... que pasa factura aunque el penado salga con los trajes limpios.
Comentarios
No son problemas excluyentes
#2 #3 De hecho, son problemas intrínsecamente unidos.
¿por qué no los dos?
#3 Yo pienso que una cosa va enlazada con la otra.
#3 Efectivamente, durante el franquismo la corrupción era institucional, como ahora en el PP. Pero de aquel expolio se habla bien poco. Bueno, y del actual se habla, y se sabe, pero como si nada...
Y esa corrupción no es más que la contradicción entre las leyes que presuntamente garantizan el estado de derecho y la verdadera política que se ha venido realizando en el régimen del 78 promovida por el gran capital de este país y sus brazos políticos.
Y tanto el régimen político como el gran capital que lo controla de facto son herederos directos del franquismo.
El PP no tiene problemas, oiga.
Añadiria un detalle importante propio del posfranquismo y no tanto de la corrupción que es la impunidad propia del posfranquismo y aparente o sentida por la corrupción, sin ella no se entiende lo que ocurre. Y es que la impunidad no es total como en los casos de fraude fiscal (muy breve) y es parcial en otros casos como blanqueo, prevaricaxión, cohecho, ... que pasa factura aunque el penado salga con los trajes limpios.
PorPasta.Los demás son eta,independentistas,155 y podemos.