Un estudio pagado por la asociación de padres y madres del CEIP Santiago Ramón y Cajal ha determinado que el agua del centro no es apta para el consumo. El Ayuntamiento ha encargado un contraanálisis y afirma que si el agua es potable no tomará medidas. El Canal de Isabel II asegura que el líquido llega perfecto a la red del centro y las familias creen que las tuberías sin renovar lo ensucian.