Estamos de nuevo empantanados en esas paradojas donde los unos, por el mero hecho de gritar más alto por la paz, dejan a los otros como cómplices de la guerra y a todos desarmados frente a ella. Construyen su buena conciencia a costa de la de los demás. A veces, el bien y el mal están tan enredados como la mala hierba y el trigo, y hay que esforzarse en cribarlo para hacer buen pan, en vez de quemar el campo entero.
tenemos la seguridad de que seguirá existiendo, pero clandestina, peligrosa, con proxenetas esclavistas de la peor calaña y mujeres sin ningún derecho social, sanitario, laboral ni libertad alguna para decidir sobre su vida. O sea, peor aún que hoy
Una ley hecha a propósito para que todo vaya a peor.
Las palabras no sin limpias ni sucias por si mismas. Somos nosotros los que hacemos que sean sucias. Y entonces pasamos a utilizar eufemismos, que con el tiempo pasan a ser sucios y volvemos a emplear otro eufemismo y así sucesivamente en un ciclo que nunca se acaba. Es por eso que dicen "mil nombres tiene el miembro viril":
Por eso yo prefiero emplear siempre la palabra científica "Pene", "Vulva" o "Meretriz", etc.
La idea es utilizar esa palabra científica como una línea que trazo en el suelo y digo "de aquí no pasa ni dios". Es decir, si alguna vez a alguien se le ocurre censurarme por decir una denominación científica el primer grito que le meto le despeino.
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tenemos la seguridad de que seguirá existiendo, pero clandestina, peligrosa, con proxenetas esclavistas de la peor calaña y mujeres sin ningún derecho social, sanitario, laboral ni libertad alguna para decidir sobre su vida. O sea, peor aún que hoy
Una ley hecha a propósito para que todo vaya a peor.
Las palabras no sin limpias ni sucias por si mismas. Somos nosotros los que hacemos que sean sucias. Y entonces pasamos a utilizar eufemismos, que con el tiempo pasan a ser sucios y volvemos a emplear otro eufemismo y así sucesivamente en un ciclo que nunca se acaba. Es por eso que dicen "mil nombres tiene el miembro viril":
Por eso yo prefiero emplear siempre la palabra científica "Pene", "Vulva" o "Meretriz", etc.
La idea es utilizar esa palabra científica como una línea que trazo en el suelo y digo "de aquí no pasa ni dios". Es decir, si alguna vez a alguien se le ocurre censurarme por decir una denominación científica el primer grito que le meto le despeino.