La UE ha autorizado ya la venta alimentaria de cuatro bichos y estudia otros diez. La FAO y los expertos los consideran una fuente de proteínas muy sostenible que ayuda frente al cambio climático. No es probable que en España cocinemos en breve platos con grillos, saltamontes o gusanos, pero los productos derivados de ellos —como harinas y barritas energéticas— empiezan ya a venderse impulsados por su alto contenido proteico y por ser un producto muy sostenible.
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