La increíble historia de la brasileña Marisa de Toledo que padece analgesia congénita: no siente dolor. Se calcula que sólo unas 50 personas en el mundo padecen esta 'dolencia'. "Mientras dormía se me olvidó que tenía a mi hija en el vientre. Y la enfermera gritó: 'Su hija está naciendo. ¡Mire!'. Tenía la mitad fuera, la cabeza y los hombros. Así que hice fuerza para que saliera el resto", relató.
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