Ernesto Antonio es de Nicaragua. Tiene 28 años y un título de técnico en refrigeración industrial. Desde hace cuatro años y tres meses está "ajuntado" con una mujer de cuarenta que tiene cinco hijos y requiere con urgencia una operación del corazón. Por todo eso está vendiendo uno de sus riñones por US$200.000.Si el tráfico de órganos habita en las sombras, dicen expertos, es porque muchos lo han permitido. Empezando por algunos gobiernos.
¿esto de financiarse con órganos propios no va en línea con aquello de "es mi cuerpo y me lo follo como quiero"?
Por otra parte, que haya necesidad implica que existirá demanda siempre, así que siempre habrá desaprensivos que le peguen un ladrillazo a un indigente y le saquen un pulmón o un riñon. Me parece imposible de evitar.
Tal vez liberalizarlo y regularlo debidamente sería una solución... Aunque eso no evitará picaresca o trapicheos.
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¿esto de financiarse con órganos propios no va en línea con aquello de "es mi cuerpo y me lo follo como quiero"?
Por otra parte, que haya necesidad implica que existirá demanda siempre, así que siempre habrá desaprensivos que le peguen un ladrillazo a un indigente y le saquen un pulmón o un riñon. Me parece imposible de evitar.
Tal vez liberalizarlo y regularlo debidamente sería una solución... Aunque eso no evitará picaresca o trapicheos.