La prolongación de la autopista C-32 y una quincena de proyectos de segundas residencias y hoteles amenazan con incrementar la presión urbanística en la Costa Brava. Plataformas por el territorio se unen para parar la nueva etapa constructora, mientras la Generalitat desarrolla un nuevo Plan Director Urbanístico para la zona.
La ampliación de la C-32, una infraestructura inútil (sólo reduciría en 40 segundos el tiempo para ir de Lloret de Mar a Blanes), y potencialmente lesivo para el medio ambiente, pero un grandísimo negocio para algunos. La concesionaria, Abertis, ha licitado las obras a Dragados, ambas empresas propiedad de ACS. Y les corre mucha prisa para empezar las obras, ya que este Diciembre caduca la licitación de la autopista C-32 en el Maresme, la autopista más antigua de España, que ha sido pagada y repagada varias veces con los peajes, y cuya concesión ya se amplió en 1994 cuando se alargó hasta Palafolls. Por eso las sucias jugadas de la Conselleria de Territori i "Sostenibilitat" redactando de cero un proyecto que ya estaba parado en los juzgados. Y todo eso en vez de desdoblar los accesos a Blanes y Lloret, carreteras siempre colapsadas en verano y cuya situación no mejoraría con la autopista (como podemos ver en los colapsos veraniegos de las poblaciones del Maresme, que sí tienen autopista), y de mejorar la C-63 entre Vidreres y Lloret de Mar, uno de los peores puntos negros de la provincia, con un incesante degoteo de accidentes y muertes.
Y lo peor, todos los grupos parlamentarios catalanes, salvo los Comuns y la CUP, están de acuerdo en seguir con este atentado al medio ambiente.
En la Costa del Sol, similar. Las nuevas promociones brotan como setas por todas partes, y la receta de los que se postulan como nuevos alcaldes para solucionar el paro es más hoteles y más turismo, en lugar de sólo en verano, durante toodo el año.
La realidad es que se cementa todo para construir edificios que tienen gente uno o dos meses al año, y el resto del tiempo están vacíos. Y que el turismo como modelo económico llena los bolsillos de unos pocos, mientras el resto malvive en precario...
Comentarios
¿Pero queda algún sitio libre ahí?
#4 por suerte sí, a ver cuanto dura...
Mas Marina d'Or y mas ladrillo es lo que hace falta. Eficiente y sostenible.
La ampliación de la C-32, una infraestructura inútil (sólo reduciría en 40 segundos el tiempo para ir de Lloret de Mar a Blanes), y potencialmente lesivo para el medio ambiente, pero un grandísimo negocio para algunos. La concesionaria, Abertis, ha licitado las obras a Dragados, ambas empresas propiedad de ACS. Y les corre mucha prisa para empezar las obras, ya que este Diciembre caduca la licitación de la autopista C-32 en el Maresme, la autopista más antigua de España, que ha sido pagada y repagada varias veces con los peajes, y cuya concesión ya se amplió en 1994 cuando se alargó hasta Palafolls. Por eso las sucias jugadas de la Conselleria de Territori i "Sostenibilitat" redactando de cero un proyecto que ya estaba parado en los juzgados. Y todo eso en vez de desdoblar los accesos a Blanes y Lloret, carreteras siempre colapsadas en verano y cuya situación no mejoraría con la autopista (como podemos ver en los colapsos veraniegos de las poblaciones del Maresme, que sí tienen autopista), y de mejorar la C-63 entre Vidreres y Lloret de Mar, uno de los peores puntos negros de la provincia, con un incesante degoteo de accidentes y muertes.
Y lo peor, todos los grupos parlamentarios catalanes, salvo los Comuns y la CUP, están de acuerdo en seguir con este atentado al medio ambiente.
En la Costa del Sol, similar. Las nuevas promociones brotan como setas por todas partes, y la receta de los que se postulan como nuevos alcaldes para solucionar el paro es más hoteles y más turismo, en lugar de sólo en verano, durante toodo el año.
La realidad es que se cementa todo para construir edificios que tienen gente uno o dos meses al año, y el resto del tiempo están vacíos. Y que el turismo como modelo económico llena los bolsillos de unos pocos, mientras el resto malvive en precario...
Nunca se ha ido. Esto es una no noticia.
Hay algunos que no sirven mas que para remedar malamente lo que ven.
No dan mas de si.
El turismo comienza a ser parte de la distopia en la que vivimos. Terminaremos asi: