Los denunciantes de corrupción en España se encuentran en una situación desesperada tras quedar "marcados" por sus confesiones. Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército, no encuentra trabajo "ni en una garita". Ana Garrido, denunció la trama Gürtel y dejó su empleo, por lo que tuvo que abrir su propio negocio. Roberto Macías, que denunció los cursos de formación de UGT, teme ser desahuciado.
|
etiquetas: corrupcion