Una multitud transpirada, con remeras chillonas y relojes futuristas, atraviesa corriendo la Ciudad de Buenos Aires. Son los adeptos a una suerte de religión de cada domingo por la mañana, que muy de vez en cuando también fluye los sábados por la tarde: runners, corredores, aerobistas.
Comentarios
No me gusta el running, prefiero correr.
#1 ¿Correr o correrte?
#2 Correr al baño para correrme.
Correr es de cobardes