Publicado hace 3 años por Alvaro_Támara_Higuera a jornada.com.mx

Mientras la mayor parte de los templos religiosas en Venezuela permanecen cerrados desde hace siete meses por la cuarentena, el sacerdote católico Jonathan González se reinventó y recurrió al estacionamiento de su iglesia para oficiar “automisas” y sortear así las limitaciones de las autoridades.

Comentarios

alexwing

Pero si todo el mundo iba al autocine para meterse mano. ¿Harán lo mismo en la automisa?

difuso

¡Renovarse o morir (de COVID-19)!