La Policía de Oregón ha sacrificado a un cachorro de oso negro que se había familiarizado con los humanos. Los vecinos de la zona y los visitantes del parque Scoggins Valley, a unos 50 kilómetros de Portland, le daban comida y se hacían selfies con el animal. La decisión de sacrificar al osezno se tomó ante el temor de las autoridades a que en un futuro sus interacciones con humanos se volvieran peligrosas.
|
etiquetas: oso , oregon