Una identificación problemática entre el templo católico y la ciudad de Barcelona. Cuando ya se vislumbra más cerca la finalización de las obras, cada vez es más pertinente preguntarse qué queda de la profecía de Joan Maragall sobre la relación indisociable entre Barcelona y el templo. Por un lado, tenemos la relación puramente funcional con un monumento arquitectónico singular que se ha convertido en la principal atracción turística de la ciudad.
Comentarios
La solución pasa por una "inmatriculación inversa", donde el ayuntamiendo tomaría las riendas del monstruo construido convirtiéndolo en un museo, sin connotaciones religiosas.
Como católico puedo decir que una basílica que casi siempre permanece cerrada o con un acceso muy limitado, donde parece que lo importante es pagar, no se puede considerar un centro de culto aunque se hagan algunas misas.