Siempre han sido los grandes olvidados y ahora aún más. Los presos de las cárceles españolas están viendo como la sanidad penitenciaria está siendo desmantelada. Sus cartas a ONGs de Derechos Humanos así lo atestiguan. Pero también las denuncias de los médicos y de los propios sindicatos de prisiones. Los facultativos son pocos (hay un médico por cada 500 reclusos en algunos centros).
Comentarios
Vale que tengamos una democracia de baja intensidad, pero llamar cárceles a las ciudades me parece exagerar un poco.
Normal... si las enfermerías de las cárceles están bloqueadas con tanta gente del PP con "otitis".