Hay ciudades sagradas, ciudades fantasma, ciudades satélite, ciudades lineales y hasta ciudades dormitorio. Recurriendo, además, a los clásicos del cine y las series B vienen a nuestro pensamiento ciudades sin ley, ciudades sitiadas o ciudades malditas, pero también las hay inteligentes, virtuales, sostenibles e incluso encantadas. Sin embargo, en un análisis mucho más reduccionista, hay quienes limitan las categorías únicamente a dos: ciudades vivas y ciudades muertas. Todo depende de los ojos con que se mire.