Publicado hace 3 años por doctoragridulce a huffingtonpost.es

España estaba en shock, el Gobierno acababa de decretar un día antes el confinamiento. Nadie había vivido eso. Encerrados, en plena pandemia mundial, llenos de miedo por un nuevo virus que paraba todo el planeta. Era domingo 15 de marzo por la tarde y el Palacio de la Zarzuela emitía un duro y sorprendente comunicado: Felipe VI renunciaba a la herencia de su padre y le quitaba la asignación presupuestaria.