Hace 1 año | Por tropezon a eldiario.es
Publicado hace 1 año por tropezon a eldiario.es

La falta de lluvia apuntilla unas reservas ya exhaustas por el consumo intensivo e impone recortes desde el consumo humano hasta la agricultura y el ocio en múltiples comunidades. Las restricciones de agua no llegan de golpe. Se van escalando según un orden de prioridades que marca la Ley de Aguas. El abastecimiento a las poblaciones es la última frontera y cuando llegan a ese nivel es que se han atravesado el uso recreativo, el industrial y los regadíos. Llueve menos y se evapora más, haciendo de 2022: el año con peores reservas del siglo.

Comentarios

Uge1966

En plena zona de la Vera, un oasis de gargantas de aguas cristalinas que bajan de la sierra de Gredos, a día de hoy recién empezado agosto ya no tenemos agua para regar los huertos, por lo que se acabó la temporada de los mismos. Ahora, quejaos los que venís a bañaros y no hay agua en las piscinas naturales.

autonomator

La ganadería intensiva es un fagocitador de agua. Reducir el consumo de carne ayudará también al ahorro de agua.