"Me siento menos presionada, siento que me aprovecho más de mis hijos. Y en el salario, claramente en el hospital sentí que no me pagaban mi justo valor", explica Florentine Mouquet, de 35 años, quien Vive en la región de Rennes. Hace unos meses, la joven puso fin a 12 años de trabajo en un hospital para convertirse en formadora de una editora de software que se utiliza en hospitales. "Lo que extraño a veces es el ambiente dentro del equipo de cuidadores, que es casi una segunda familia", explica.
Comentarios
No hay trabajos buenos o malos,hay condiciones buenas o malas.Las personas que trabajan por el bienestar de los semejantes deberían estar en palmitas y no explotadas en condiciones y horarios propios del siglo IXX o peor.