Trabajó durante muchos años para el Grupo Rockefeller desde la planta de la Gillette de Sevilla. Lo intentó también como taxista durante cinco años, de cuatro a seis de la madrugada. Hasta que el médico le dio a elegir entre el taxi o su riñón. Vivió cómo eran los sindicatos en dictadura y cómo evolucionaron hacia la democracia. Estuvo en Comisiones Obreras, la CNT y, después de “todas las purgas”, terminó en la CGT, donde coordina ahora el Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Histórica y Social de Andalucía. Entrevista a Cecilio Gordillo.
Comentarios
CGT, lo único decente en el panorama sindical
#3 y en el ámbito educativo STES (en Andalucía USTEA), los demás una panda de paniaguaos que les importan dos pimientos los y las trabajadoras.
#3
Si,así es,sin subvenciones,sin dirigentes,sin liberados,sin defensa de privilegios ,y además regalan bolis y calendarios..que más se puede pedir a la lucha obrera?
Ayuda, perdón,que excepto lo de los bolis y calendarios en el resto son como UGT y CCOO,bueno..eso y que en sus bolis y calendarios pone CGT ..con todo el respeto a los que militan sin privilegios.
que razón tiene este hombre, el sindicalismo en el momento que aceptó comer del pesebre que le daba el Estado mordió la manzana envenenada (así se lo hice yo saber a un delegado sindical y dimití de mi puesto en el sindicato) y desde entonces en cuanto el gobierno levanta una ceja los sindicatos representativos dicen Amén y permiten toda clase de tropelías.
#5 nada peor que un esmallao harto de pan...
Si están comprados por subvenciones públicas y no por las aportaciones de sus miembros van a tener un conflicto de intereses. A quien se deben, al estado o al obrero?
Recuerdo lo poco que se movieron en el conflicto de Panrico en la planta donde trabajé.
Ni UGT, ni CCOO ni la CIG.una mierda todos. Estaban vendidos a cambio de los puestos de sus representantes. Sálvese quien pueda y maricona el último.
Que hagan conciertos