A Aguirre, protagonista principal de este artículo -a la fuerza por las circunstancias, yo no quería-, sólo le falta nacer para llevar a cabo el primer gesto humano según Eduardo Galeano, el abrazo. Ella manotea ya como buscando a alguien en la oscuridad del vacío de poder. Pero, ¿por qué? ¿Por qué Esperanza Aguirre se resiste como gato panza arriba para no dejar el poder? Acudamos a los profesionales.
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