Una nueva huelga educativa, un nuevo proceso de protesta, y las mismas reivindicaciones, dos elecciones después, y tras años de crítica. ¿Existe alguna esperanza de futuro, o estamos condenados a pedir lo mismo una y otra vez?
El profesorado a perdido el peso que tenía en la sociedad hace décadas, ya no se les ve como eruditos, se les ve como funcionarios,con todas las cognotaciones negativas que comúnmente acarrean.
No han sabido mover a padres y por eso están solos y los niños de fiesta.
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El profesorado a perdido el peso que tenía en la sociedad hace décadas, ya no se les ve como eruditos, se les ve como funcionarios,con todas las cognotaciones negativas que comúnmente acarrean.
No han sabido mover a padres y por eso están solos y los niños de fiesta.