Publicado hace 8 años por Abel_Ros_1 a elrincondelacritica.com

Ayer llamé a Platón, estaba sin saber de él desde su último viaje a Siracusa. Días antes hablé con Aristóteles, me dijo que su maestro estaba muy debilitado; la última vez que pasó por la Academia, leyó un fragmento de las Leyes; un monólogo reciente sin la sombra de Sócrates. Tras varios días con el móvil apagado, conseguí hablar con él. Tenía razón su discípulo, mi amigo no era "el Platón" de La República; ni siquiera el poeta idílico de Atenas. Le pregunté por Dión y - para sorpresa, la mía - me dijo que lo asesinaron y se sentía culpable p