Hace 7 años | Por croucho a praza.gal
Publicado hace 7 años por croucho a praza.gal

“Estabilidad” es una de las palabras más usadas por el presidente de la Xunta de Galicia para elogiar a su ejecutivo frente a las alternativas que ofrecen otros partidos. Sin embargo, solo 18 de los 62 altos cargos de su ejecutivo siguen en sus puestos desde que llegó a la presidencia de la Xunta en 2009.

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lo de estable se referia a los sobres

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#2 O la farlopa.

croucho

Los cambios, además, se produjeron tanto en el primer como en el segundo mandato, de suerte que 21 de los 52 secretarios o directores generales actuales llegaron a sus puestos bastantes meses o años después de que comenzara a ejercer el actual gobierno nombrado a finales de 2012.

En los algo más de siete años que pasaron desde que Feijóo conformó su primer gobierno, a lo largo de la primavera de 2009, la propia estructura de la Xunta mudó notablemente. Diversas secretarías o direcciones generales se convirtieron en agencias públicas, como sucedió con Turismo o Infraestructuras. La propia Xunta ya no incluye, a pesar de que por ley debería, a los máximos responsables de esos entes paralelos en el listado de altos cargos de su web de transparencia. Allí solo aparecen consejeros, secretarios generales y directores generales, un total de 62 de los que sólo 18 siguen a desempeñar los mismos o similares puestos y competencias que hace siete años.

El primer gobierno de Feijóo contaba con diez consejeros, luego lo redujo la ocho y ahora vuelve a tener diez. De ellos, solo tres estaban en aquel primero ejecutivo de 2009: Alfonso Rueda, Rosa Quintana y Beatriz Mato, los tres después de ver como cambiaban en menor o mayor grado sus competencias, hasta el punto de que Mato está ahora al frente de Medio Ambiente, área completamente distinta a la de Trabajo y Bienestar en la que comenzó hace siete años. Del mismo modo, el propio Feijóo admitió el error que cometió cuando fusionó en 2012 en una sola consellería las competencias de Mar y Medio Rural, decisión que no rectificó hasta el pasado octubre.

En cuanto al siguiente nivel, el de secretarios y directores generales, solo 15 de los 52 que refleja la Xunta en su web de transparencia siguen a desempeñar puestos o competencias similares a las que tenían en 2009. Y de los 37 que entraron en sus puestos después, 21 lo hicieron meses o años después de que se había iniciado el actual mandato a finales de 2012. Los 15 estables desde 2009 son el director del gabinete de Feijóo, Álvaro Pérez; el secretario para el Deporte, José Ramón Lete; la secretaria de Vicepresidencia, Beatriz Cuiña; el director de Justicia, Juan José Martín; el director de Relaciones Exteriores, Jesús Gamallo; el director de Función Pública, José María Barreiro; la secretaria de Ordenación del Territorio, Encarnación Rivas; el director de Energía y Minas, Bernardo Tahoces; el secretario de Universidades, José Alberto Díez; el director de Centros y Recursos Humanos de Educación, José Manuel Pinal; la directora de Discapacidad, Coro Piñeiro; el director de Ordenación Forestal, Tomás Fernández-Couto; el director de Innovación Tecnológica de Mar, Juan Carlos Maneiro, y la directora de Desarrollo Pesquero, Susana Rodríguez.

En dos consellerías, Sanidad e Infraestructuras, no queda en su puesto ningún alto cargo de los nombrados en 2009

En algunos de estos casos, las personas en tela de juicio ocupan cargos similares desde 2009, pero sus competencias no permanecieron estables durante este tiempo. Ee el caso, por ejemplo, de Tomás Fernández-Couto, Coro Piñeiro o Juan Carlos Maneiro, que por el camino llegaron a ser secretarios generales de esas y otras áreas similares y volvieron a bajar en la escala. Por otra parte, en dos de las consellerías, Sanidad e Infraestructuras, no queda en su puesto ningún alto cargo de los nombrados en 2009.

Muchos de los altos cargos que dejaron sus puestos en la Xunta desde 2009 lo hicieron para ir a parar la otros puestos de libre designación de la Administración, sea local, autonómica o estatal, o para ser candidatos del PP en diversos comicios, con suerte dispar. Otros lo hicieron justo antes de resultar imputados por la justicia, como quién había sido director de Administración Local, Norberto Uzal, o dimitieron en el marco de polémicas sobre su gestión, como la ex-directora de Infraestructuras Isabel Vila. Por el contrario, Feijóo hizo sitio en su gobierno a políticos populares que perdieron sus cargos en otras administraciones, como el ex-alcalde de Ferrol ahora consejero José Manuel Rey Varela, o el ex-presidente de la Diputación de A Coruña y ahora de nuevo delegado territorial Diego Calvo.

De cara a las elecciones autonómicas del 25 de septiembre, el propio Feijóo ya avanzó que unos cantos altos cargos actuales de la Xunta tendrán hueco en las listas electorales, ya sea por su tirón entre el electorado o para garantizarles un escaño en caso de perder las elecciones. Los consejeros pueden seguir en el cargo mientras son candidatos, pero no así los secretarios y directores generales, que deberán dejarlos en los próximos días si quieren ir en las listas. Aunque muchos volverían a ellos si el PP vuelve a gobernar, como pasó cuando en 2009 y 2012 Feijóo hizo correr la lista y parte de sus diputados electos renunciaron al escaño para dedicarse en exclusiva a la Xunta.