Con el argumento de que “no había más remedio” algunos quieren que nos vayamos acostumbrando a la presencia de los antidisturbios en la universidad, algo que hasta hace poco pertenecía a los recuerdos del negro período franquista. No se trata solo de la universidad, crecientemente nos van acostumbrando a que los problemas sociales y las protestas tienen como receta única el refuerzo de la seguridad. Pero, ¿de qué seguridad estamos hablando?
Comentarios
Y presos políticos...
sobran todos , no valen para nada. mercenarios del regimen.