Hace 6 años | Por Danichaguito a publico.es
Publicado hace 6 años por Danichaguito a publico.es

Son proyectos de ley aprobados por la Cámara Baja cuyo plazo de enmiendas se prorroga continuamente retrasando así su debate en comisión.La mayoría son iniciativas de carácter social,como la subida del salario mínimo,la derogación de la ley mordaza o la recuperación de la justicia universal.En lo que llevamos de legislatura y con 151 iniciativas presentadas,el Parlamento sólo ha sacado adelante cinco leyes (una de ellas fue Presupuestos de 2017) mientras que el Gobierno ha aprobado 21 decretos-ley.El Partido Popular utiliza una doble zancadilla

Comentarios

tiopio

Los decretos-ley tienen que ser convalidados por el parlamento.

http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/Hist_Normas/Norm/Reglam/T6

Danichaguito

Algún@admin podría cambiar el título actualizado???
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PP y C's utilizan la Mesa del Congreso para 'secuestrar' más de 30 leyes con las que no están de acuerdo
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Penetrator

Recordemos que la mesa del congreso está controlada por el PP y Ciudadanos, que sus miembros fueron asignados prácticamente a dedo mediante oscuros pactos entre PP-PSOE-C's, que su composición no se corresponde con la representación real de cada partido en el congreso, y que montones de gilipollas profundos criticaron en su momento a Podemos cuando protestó por esto porque "es que sólo quieren sillones".

Danichaguito

#1 Lamentablemente así es.
Amplio información
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El Partido Popular utiliza una doble zancadilla para lograr este parón legislativo.Desde el Gobierno(ha vetado más de 40 iniciativas en un año) sirviéndose de su capacidad para bloquear proposiciones de ley que,en su opinión supondrían un aumento de los créditos o una disminución de los ingresos presupuestarios.Y, por otro, desde su grupo parlamentario en la Mesa del Congreso, donde más de 30 proyectos de ley cuyas tomas en consideración han sido aprobadas en el Pleno llevan meses atascadas. En este segundo caso, los conservadores unen fuerzas con Ciudadanos y utilizan la mayoría que tienen en la Mesa ampliando semanalmente el plazo de enmiendas de ciertas iniciativas para evitar que se empiecen a debatir en comisión.

Este bloqueo en la Mesa del Congreso hace, por tanto, que iniciativas contrarias a las políticas del Gobierno permanezcan en vía muerta a pesar de haber sido aprobadas por mayoría en el Pleno. Por ejemplo, a finales de 2016, el Parlamento aprobó la derogación de la ley mordaza con el único voto en contra del PP, que la sacó adelante en solitario en 2015. Pues bien, las dos iniciativas —una de derogación del PSOE y otra de modificación del PNV— que consiguieron un apoyo mayoritario en el Pleno están atascadas en la mesa desde el mes de abril con 23 prórrogas cada una.
La reforma de la ley que permite al Tribunal Constitucional suspender a cargos públicos que desobedezcan sus resoluciones (propuesta por el PNV y aprobada por el Congreso a finales de 2016) ha visto ampliado su plazo de enmiendas en 31 ocasiones y la proposición de Ley Orgánica sobre la represión penal de la financiación ilegal de los partidos políticos (del Grupo Mixto) lleva atascada más de dos meses. Sin embargo, El récord de prórrogas lo tiene una propuesta del Parlamento valenciano para reformar el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, que lleva en stand by desde noviembre de 2016.

Precisamente para evitar que el PP tapone de este modo la aprobación de las leyes con las que no está de acuerdo (a pesar de contar con el apoyo de la mayoría de los grupos), el PSOE presentó el pasado junio una proposición de ley que actualmente está pendiente de debate. La propuesta de los socialistas plantea que el reglamento regule sólo dos ampliaciones de enmiendas por una duración máxima de 15 días, y que pueda haber una tercera ampliación siempre que lo soliciten dos grupos parlamentarios que, además, tengan la mayoría absoluta en la Cámara.
Por otra parte, el pleno del Congreso aprobó recientemente la toma en consideración de una reforma del Reglamento de la Cámara Baja presentada por Unidos Podemos que pretende poner coto a la capacidad del Gobierno para vetar iniciativas legislativas de las comunidades autónomas y de los grupos de la oposición. De hecho, la Cámara baja ya defendió ante el Tribunal Constitucional que los vetos del Gobierno a leyes de la oposición deben ser "excepcionales". La proposición de ley, que contó con el apoyo de la mayoría de partidos a excepción del PP y Ciudadanos, que votaron en contra, propone modificar los artículos 111 y 126 del Reglamento para establecer un protocolo claro con los requisitos formales a los que debe someterse el Gobierno para justificar su veto.
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D

Sobran políticos y burocracia