Publicado hace 9 años por charly-0711 a es.noticias.yahoo.com

Una infancia difícil, un pasado sumido en la drogadicción y en la prostitución y unos tatuajes marcados a fuego en sus cuerpos que las impiden seguir adelante, un fiel recuerdo de que no es nada sencillo dejar atrás a los proxenetas. No hablamos de ningún país del Tercer Mundo o de un lugar en el que la seguridad está en duda, sino del mismo Estados Unidos y del estado de Ohio, donde la trata de mujeres se caracteriza por la crueldad y su dramatismo. Afortunadamente hay un camino de salida y más de una ya lo ha podido emprender.