Uno de los principales arquitectos de GNU Hurd y una de las personas que trabajó más tiempo con Richard Stallman, reflexiona sobre su reciente dimisión. Confirma (con la correspondiente autocrítica) la desafortunada realidad de que el comportamiento de RMS con algunas mujeres era una preocupación desde los años 90, y que la sobreprotección de su amigo Minsky le convirtió en alguien intocable en el MIT. Parece que la pérdida de su liderazgo de la FSF es la respuesta apropiada a un patrón de mal comportamiento que se prolongó durante décadas.
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