A la tercera no va la vencida. En 2001 y 2003, Estados Unidos intervino militarmente en Afganistán e invadió Irak. El resultado de ambas operaciones no puede considerarse un éxito. Entre las principales razones del fracaso americano destacó la dificultad de erigir, de la noche a la mañana, una democracia centralizada sobre las ruinas de un régimen autoritario. Más aún en sociedades fragmentadas, profundamente distintas a las occidentales.
Comentarios
Al invasor no le importa como queda el país invadido, ni la calidad democrática que deja entre los escombros humeantes.
Al invasor le importa los beneficios económicos que obtendrá.
No se puede decir que han fracasado si han ganado dinero.