Vestidas con coloridos trajes y tacones, al menos 20 representantes del ocio nocturno, incluidos lugares de masaje, bares de "striptease" y karaokes relacionados con el mercadeo sexual, colgaron sus bikinis, su "ropa de trabajo", en la verja de la sede gubernamental en señal de protesta.
Comentarios
Que bien que en eldiario.es tengan empatía con las trabajadoras sexuales de Tailandia.