Algo está fallando cuando, en nombre de la democracia y en defensa de las altas instituciones, se condena a penas de cárcel a quienes ejercen su legítimo derecho de protesta y manifestación, mientras se deja impunes a los artífices del saqueo de las arcas públicas y el desmantelamiento de los servicios públicos. Algo no funciona cuando la justicia no es igual para todos y el poder judicial -ya sea mediante la Fiscalía o a través de diferentes tribunales- reafirma a Galeano, la justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos.