Una idea formidable la de celebrar que a una virgen le plantaron una corona, que a un rey le asignamos el mérito de reconquistar un concepto pensado bastantes centurias después, y que hoy en día podemos hincharnos con ambos pundonores consanguíneos en un parque de diversión litúrgica enclavado entre montañas y con su correspondiente tienda de merchandising mágico situada a pie de parking para los autobuses laicos. No se me ocurre una forma mejor de celebrar el Día de Asturias de 2018.
Comentarios
Pues no lo celebres y vete al curro en vez de soltar idioteces.
#1 No lo voy a celebrar y no voy a currar porque es fiesta y además, sábado, pero la juerga se la van a pegar igual a costa nuestra. Y ya me dirás tú cuales son las idioteces.
#2 Luego harás bautizos y comuniones laicas
#3 Sí, claro, todas las semanas hago dos o tres, no te jode. Lo que hay que leer.
Basta con mirar cualquier libro de historia para constatar cómo la asociación de monarquía y religión siempre ha derivado en beneficio del pueblo, especialmente de sus estratos humildes (aquellos que se denominaban estratos porque precisamente iban siempre cubiertos de tierra y excrementos)
Cacerías africanas, negocios arábicos, infantas e infantos corruptos, reinas locas de cirugía, amantes con sociedades off-shore: todo eso forma parte del pasado insustancial de Asturias, el que no merece la pena revisar