A sus 43 años, Mohamad Rasheed, un conductor de tuk-tuk residente en un barrio de chabolas, cerca de Karachi, nunca ha conocido la opulencia. Asegura haber ahorrado durante un año para comprarle una bicicleta de ocasión a Nabeeha, de 6 años. Al final, pudo comprar la bicicleta, rosa y con los neumáticos usados, por 300 rupias (2,28 dólares). Cuando la Agencia de Investigación Paquistaní (FIA) lo llamó a raíz de unas transacciones de 3.000 millones de rupias (22,5 millones de dólares) que él habría efectuado en 2004, Mohamad casi se desmaya...
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Coño, como la pepesuna esa que se encontró un coche caro en su garaje, o los maletines llenos de pasta que lo mismo se dejó un fontanero encima del armario de otro...