Hace 7 años | Por --495739-- a infolibre.es
Publicado hace 7 años por --495739-- a infolibre.es

A sus 20 años acepta la muerte con la templanza de un centenario. “La muerte no es triste, lo triste es que la gente no sepa vivir y reconocerla”, asevera Pablo Ráez, rapado, en pijama de hospital. Su sonrisa plena y su grito de guerra “Fuerte, siempre fuerte” despierta conciencias dormidas en las redes sociales. Hace un par de meses le confirmaron una recaída de la leucemia que parecía haber superado. Lanzó un llamamiento sencillo. “No por hacerte donante me vas ayudar a mi (o sí) pero colaborarás con la sociedad y no te cuesta nada”.

Comentarios

Paco_Pérez_1

Siempre he pensado que empatía hay más bien poca, quizá esta lectura haga cambiar a alguno un poquito a mejor.

fofito

#1 Yo,mas que empatía,lo definiría como solidaridad.

Campechano

#2 Difícilmente puede existir solidaridad sin empatía. Yo creo que una es consecuencia de la otra

D

#3 ¿Que no? España está petada de "cristianos de bien" que sólo dan pasta a los pobres para ir al cielo, pero que si pudiesen les metían fuego.

Campechano

#4 Tienes un curioso concepto de solidaridad. Eso no es ser solidario sino una mezcla de hipocresía y temor a dios