El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha dado la razón en parte al inquilino del denominado 'caso ariete' por el acceso de la Policía Nacional a la fuerza en un piso de la calle Lagasca en plena pandemia y ha determinado que la entrada carecía de "habilitación legal" al haberse realizado sin consentimiento del titular y sin autorización judicial. Relacionada La Justicia declara ilegal la entrada a la fuerza en un piso donde se celebraba una fiesta en plena pandemia
Es curioso lo de la justicia, por una parte los jueces están obligados a aplicar ciegamente ciertas leyes, y sus disposiciones adicionales, y por otra son "muy creativos" a la hora de "interpretar" estas que involucran a abnegados policías cumpliendo con su deber.
Independientemente de que celebrar una "fiesta COVID" sea lo que parece, imagino que si entre los asistentes a esa fiesta hubiera estado un señor juez, como una que me viene a la mente, el fallo sería muy distinto.
#1 Y lo mas jodido, es que por mucho que recurran no se van a mover del error invencible que es un cajón desastre que sirve para exculpar casi cualquier cosa...
Al menos hemos conseguido que quede reflejado que ese uso torticero y retorcido de la ley mordaza es ilegal y al próximo que se le ocurra le caiga la del pulpo.
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Es curioso lo de la justicia, por una parte los jueces están obligados a aplicar ciegamente ciertas leyes, y sus disposiciones adicionales, y por otra son "muy creativos" a la hora de "interpretar" estas que involucran a abnegados policías cumpliendo con su deber.
Independientemente de que celebrar una "fiesta COVID" sea lo que parece, imagino que si entre los asistentes a esa fiesta hubiera estado un señor juez, como una que me viene a la mente, el fallo sería muy distinto.
Sed lex dicen.
#1 Y lo mas jodido, es que por mucho que recurran no se van a mover del error invencible que es un cajón desastre que sirve para exculpar casi cualquier cosa...
Al menos hemos conseguido que quede reflejado que ese uso torticero y retorcido de la ley mordaza es ilegal y al próximo que se le ocurra le caiga la del pulpo.