Hace 1 mes | Por Joachim_Ratoff a mundoobrero.es
Publicado hace 1 mes por Joachim_Ratoff a mundoobrero.es

Pese a que ya era de sobra conocido que la enorme fortuna de Musk procedía de un origen más que turbio —nada menos que la propiedad y explotación de minas de esmeralda en Zambia, entre otras tantas— y que además no le temblaba el pulso en aplicar prácticas antisindicales casi matonistas en su compañía de coches eléctricos Tesla, el magnate había sido capaz de cosechar la simpatía de un amplio sector de la desclasada progresía occidental