La imputación de la cúpula histórica de UGT Andalucía por fraude de cerca de 41 millones de euros salpica de forma indirecta a Susana Díaz y, sobre todo, a José María Moriche, su esposo. Moriche. El caso no es nuevo y ya se conocía gracias a las investigaciones periodísticas. Incluso Susana Díaz tuvo que comparecer ante una comisión parlamentaria, en la que defendió a su marido y reconoció que “sí, me ha casado con un sieso”, lo novedoso es la decisión del juez Juan Jesús García Vélez de abrir procedimiento abreviado.
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Quien cojones otorga la categoria de sindicato a ladrones...?