Un pequeño expositor muestra seis pollofres con diferentes recubrimientos: chocolate negro, blanco… “¿Qué topping te pongo?", pregunta Buerbaun a una cliente (cada gofre cuesta 3,8 euros más 0,50 céntimos por la cobertura). “El que más se vende es el blanco: a la gente le gusta el hiperrealismo”, agrega sin poder reprimir una carcajada. “Entonces pónmelo blanco", responde Cintia Pérez, de 39 años. “Lo vi en redes y no pude resistir la curiosidad”, continúa. Va acompañada de una amiga y tras ella, esperan otros tres clientes.
Los madrileños nos llevan siglos de ventaja: se les nota la finura en el humor culinario. Hay que ser tan inteligentes como ellos para ser capaces de pillar la indirecta.
Comentarios
Esos dulces son la polla
#5 #MatiasPratsSealOfApproval
Gofrespolla en la ciudad de carapolla; todo correcto.
#2 Gofre almeida.
Lo que toda la vida se ha llamado un brazo de gitano.
#6 eso es fisting
Concurso de quien la traga entera y sin parpadear.
es gofre o es pan?
buenas etiquetas anyway
Los madrileños nos llevan siglos de ventaja: se les nota la finura en el humor culinario. Hay que ser tan inteligentes como ellos para ser capaces de pillar la indirecta.
¡Son geniales!
pues a mi me están dando ganas de comerme un buen ... gofre 😍